Bathory - Blood, Fire, Death

Bathory, ¿que decir de ésta banda que no se haya dicho antes? Proyecto personal de Quorton, un personaje indispensable dentro del metal extremo. Si bien Venom fue quien bautizó el género con su disco “Black Metal” (aunque lo suyo en realidad era Heavy Metal pasado de vueltas), Quorton fue el creador del Black Metal como movimiento musical, y más tarde creador asimismo del Viking Metal con el magnífico LP “Hammerheart”. Se podría decir que Quorton es el “padre” de la oleada Blackmetalera que reventó a principios de los noventa en países como Noruega. Porque sin él, posiblemente no hubiera existido aquel movimiento, o de haberlo hecho hubiera sido de otra manera. Seguro.

El día que tuve éste disco por primera vez en mis manos me quedé de piedra. Grandiosa la doble carpeta en la que aparecía un cuadro del pintor noruego Peter Nicolai Arbo, con referencias a las guerreras Walkirias, Odín, los caídos en la batalla, y demás simbología mitológica escandinava, rompiendo con ello la temática satánica que era la seña de identidad de Bathory. Increíble portada (en vinilo se aprecian todos los detalles) que adelantaba el período de transición entre el Black Metal primitivo que practicaba antes, y el Viking Metal que haría a partir del siguiente disco “Hammerheart”. Esta vez en vez de fabricar el disco en solitario tocando todos los instrumentos, Quorton contó con músicos adicionales, conocidos como Kothaar al bajo, y Vvornth a la batería, que incluso aparecen en las fotografías promocionales del interior de la carpeta.

El disco comienza con “Odens Ride Over Norland”, una intro impresionante que inconscientemente te lleva a admirar de nuevo la portada, en la que te adentra en lo que parece ser un campo de batalla, con sonidos de caballería, escudos, armas, relinchar de caballos, todo ello sobre una base de música épica y coros, fundiéndose con “A Fine Day To Die” que se inicia con una guitarra acústica mientras el sonido de batalla se va atenuando poco a poco y Quorton cantando susurrante….. hasta que con un terrible alarido estalla el pandemonium mientras Quorton se deja la garganta. Es increíble la conjunción de la intro con la canción, algo digno de ser escuchado. “A Fine Day To Die” dice el título, un buen día para morir en la batalla. El Black Metal violento todavía está presente en varias canciones, “The Golden Walls Of Heaven”, “Pace ‘till Death”, “Holocaust”, o “Dies Irae”, con la batería escandalosamente rápida, el bajo creando una cortina sónica por detrás, y una guitarra haciendo riffs y solos endiabladamente veloces mientras el pobre Quorton se deja literalmente la voz en el intento. Son canciones como éstas las que seguro sirvieron de inspiración para bandas como Darkthrone, Mayhem, Immortal, Gorgoroth y demás integrantes de la movida noruega.

Los dos temas restantes son, junto a “A Fine Day To Die”, la evidencia del cambio estilístico que Bathory estaba apuntando. “For All Those Who Died”, un medio tiempo machacón, y la grandiosa “Blood, Fire, Death”, una épica recreación vikinga de diez minutos con un comienzo de guitarras acústicas, coros, temática de mitología vikinga, dioses y batallas, voz rasgada, y un crescendo en el que acabas literalmente dentro del campo de batalla.

Para muchos, entre los que me incluyo, es su mejor disco. A otros sin embargo les gusta más su etapa Vikinga-épica. Así es Bathory, o lo tomas o lo dejas. Sus cambios estilísticos fueron constantes durante toda su carrera, Black, Viking, Trash, Heavy convencional…..siempre creando escuela de la mano de Quorton hasta su fallecimiento en 2004. Pero por suerte nos dejó discos como éste, que debe estar presente en cualquier colección metalera, aunque no seas fan del metal extremo. Una obra maestra.