House Of Lords: "House Of Lords" (1988)

Superbanda surgida de las cenizas de otra gran banda melódica llamada Giuffria, y comandada por la portentosa voz de James Christian y la elegancia a los teclados de Gregg Giuffria, que bajo el auspicio de Gene Simmons, capaz de ver dólares donde aparentemente no los hay, debutó en 1988 con este pedazo de disco, uno de los mejores de Hard Rock melódico jamás editado. Lo que más me sorprendió la primera vez que lo escuché fue su sonido. Para ser el debut, la producción es espectacular. Ningún instrumento destaca sobre otro, el sonido es cristalino, otras bandas logran la plenitud de su sonido al tercer o cuarto disco, House Of Lords lo consiguen desde el primero. No se si los consejos de Gene Simmons tuvieron algo que ver en ello.


El disco lo tiene todo, grandes temas de Hard Rock potente, elegantes medios tiempos, grandes baladas, y estribillos pegadizos, de esos que se te quedan en la cabeza a la primera. Incluso el orden de las canciones parece estar estudiado para no aburrir al oyente. El comienzo es magnífico con “Pleasure Palace” precedido de una intro de teclados, melodía, fuerza, y coros increíbles. Baladas poderosas y con clase como “Edge Of Your Life”, “Jealous Heart”, o “Love Don’t Lie”, puñetazos Hard Rockeros como “Slip Of The Tongue” o “Loocking For Strange”, medios tiempos como “Heart Of the World” o “Under Blues Skies” o, en mi opinión, la mejor canción de House Of Lords en toda su carrera, “I Wanna Be Loved”, una balada-medio tiempo, o medio tiempo-balada, como prefieras, ya que tiene lo mejor de ambos estilos sin que suene empalagoso, con un trabajo guitarrero genial, unos coros grandiosos, y un estribillo que no te podrás quitar de la cabeza. La mejor. Tras éste disco editaron “Sahara” que ya comentamos en otra entrada, igual de bueno que éste, y el tercero, “Demons Down”, y tras éste, sorprendentemente desaparecieron del mapa. Actualmente están en activo bajo la tutela de James Christian, que por cierto sigue cantando igual de bien, y editando discos buenísimos, con la elegancia y el sonido que siempre les caracterizó. House Of Lords, todo un clásico.